miércoles, 20 de abril de 2016

ANIMALES EN YORUBA O LOCUMI



ANIMALES EN YORUBA:

Abeboadié: Pollona.
Abó: Carnero.
Adié shaba: La saca o incubación de las gallinas.
Adié: Gallina.
Agbani: Venado.
Agbeyamí: Pavo real.
Aguema: Lagartija.
Aguema akuá: Camaleón o chipojo.
Agundán: Ternera o ternero.
Agután: Carnera.
Aikordié: Pluma de loro.
Akán: Cangrejo.
Akuaro: Codorniz.
Akukó oriyaya / Akukó shashara: Gallo grifo.
Akukó: Gallo.
Akukó kué: Gallo quiquiriquí.
Añaí: Cucaracha.
Ayá: Perro.
Ayakua: Jicotea.
Ayanakún: Elefante.
Ayé: Caracol.
Edé: Camarón.
Eiyé: Pájaros.
Ejoro: Conejo.
Ejuro: Jirafa.
Ekú: Jutía.
Ekuekueye: Pato.
Ekutele: Ratón.
Eledé: Puerco, cerdo.
Eletún / Guiso / Gueiso: Guineo macho.
Eñí: Huevos.
Erán: Carne en general.
Etú: Gallina guinea.
Euré: Chiva.
Eyá: Pescado.
Eyaoro: Guabina, pez de río.
Gunugún / Kolé / Ará kolé / Kolé kolé: Aura tiñosa.
Igbín: Babosa.
Jio jio: Pollito recién nacido.
Jujú: Plumas de aves.
Koidé / Odido / Yede: Loro
Malú: Toro.
Moedun / Kisséebo: Mono.
Okuolo / Igueguere / Iguekuere: Sapo.
Ologbo: Gato.
Opoló / Okplo: Rana.
Ounko: Chivo.
Ounko Odán: Chivo castrado (odán es capado).
Osadie: pollo, pollon
Tolo tolo / Agufá: Guanajo o pavo común.

v  COLORES EN YORUBA:
ü  FUN FUN: BLANCO
ü  DUDU: NEGRO
ü  PUPA: ROJO
ü  APERI: AMARILLO
ü  AROLDO: AZUL

SANTOS QUE SE RECIBEN DESPUES DE HACER OSHA.




SANTOS QUE SE RECIBEN DESPUES DE HACER OSHA.

8-8 (EYEUNLE MEJI). Esta letra de cabeza, tiene que recibir todos los Santos,
empezando por Oddua. Bromu, Orisha-okó, Olokua, Ebay y en casos de enfermedad,
Iroko. Este Santo. Que muchos lo creen macho, es hembra, vive en lo alto de la Ceiba,
se le dice ARAGBA.
Para recibir Olokun de cabecera, en Elegguá, cuando caen todos los caracoles boca
abajo. Es Olokún la que habla, enseguida se manda a tirar agua en la casa hacia arriba
en forma de lluvia, esta operación se hace con las manos. También recibir Olokun con la
letra (4-7) EJILA Oddí o cuando en su signo tenga (4) EJILA, con cualquier letra pero
cuando más urge, es cuando sale letra arriba indicada.
Cuando salga 8-7 (EYEUNLE Oddí) recibir a ORISHAOKO.
Para recibir a los Meyis, cuando salgan 2-2-62-42-72.
a San Lázaro. 13-10 mismo detrás que delante.
a Aggayu. 19-99-69-96-93-39-63-36.
a Oyá. Si a la persona es OBIA 99-9-93-96-97-94.
a Obbá. 88-85-86-8-12.
a Elegguá. 10-4-49-46-41-45.
a Oddua y Bomi. 88-10-10-4-10-10-8-10.
a Inle 53-35-58-73
a Osain. 63-64-67-73-37-69-66-36-39.
a Ozun cuando salga (4) EJILA.
a Iroko. 10-10-4 10-4-10-10-11-6-12
a Nanaburucu 10-13-10-8-10-16 MERIDILOGUN.
a Dadá. 10-6-12-10-6-12-12-10.
a Orúnmila 66-64-48-46-55-45-54-53-65-85-95-49-6-5-4-10
Cuando la persona tenga en su signo: 48-84-64-46-88-45-66-55- 10-5-10-10-4-10-10.
O le sale en Elegguá. 10-10-6-10-8-5-10.

HISTORIA DEL SOL Y LA LUNA



HISTORIA DEL SOL Y LA LUNA
Dice la mitología africana, que en los comienzos del mundo dios dispuso que el sol y la luna, para que reinaran en todos los espacios siderales sin destruirse mutuamente dependerían uno del otro, estando las constelaciones sometidas al árbitro de ellos.

Dicen los africanos, que al sol se le dice el poder de Ifa y a la Luna el poder de Osha, teniendo que llevarse bien estos dos poderes que son en sus ritos poderes importantes.

Más tarde Olofin (dios), quiso crear estos dos poderes en la tierra eligiendo para la selva el león y al tigre para que reinaran entre todos los animales de la tierra, pero en la selva volvió a repartir estos poderes dándole a Orúnmila la representación del león y a los Osha la representación del tigre, dos fuerzas poderosas que representan la religión africana: el león como antes se dijo, representa a Ifa y el tigre a los Osha, pero bien entendido, que ninguno de los poderes invadirían el del otro, ya que si se atacaban uno al otro sería la destrucción para los dos, pues sí el león atacaba al tigre y lo mataba, él moriría también a consecuencia de las heridas recibidas y el tigre si atacaba al león, le pasaría lo mismo.

Es por eso que en la selva africana el león no ataca el territorio donde casa el tigre, prefiriendo irse a cazar a otro lado y el tigre hace lo mismo.

Por eso en esta religión los africanos se cuidan muy bien de no invadir sus respectivos campos, ya que significaría la destrucción de las propias bases en que se asientan el principio de las mismas.

HISTORIA DE LA SAGRADA AURA TIÑOSA Y LA DIVINA CEIBA



HISTORIA DE LA SAGRADA AURA TIÑOSA Y LA DIVINA CEIBA

En cierta ocasión, el cielo y la tierra discutieron, la tierra porfiaba que era mayor y más poderosa que su hermano el cielo, llegando incluso a reclamar que el mismo le rindiese homenaje diciéndole: soy, el fundamento del cielo, sin mi te derrumbarías, no tendría ni hermano en que apoyarse, todo sería humo, nada. Fabricó todas las formas vivientes, las fijo y las mantengo, yo lo contengo todo, todo sale de mí, todo vuelve a mí, mi poder no tiene límites, ni pueden calcularse.

Mis sólidas riquezas, y la tierra repetía insolente óh solita, "soy solita". Tú en cambio no tienes cuerpo, eres vacío enteramente. (Y tus bienes pueden compararse con los míos) ah los bienes de mi hermano son intangibles. (Qué tienes, di que se puede tocar y pesar en una mano) aires, nubes, luces. Pues consideren cuanto valgo más que él y baja para hacerme moforibale.

Obba-olorun, viéndole tan obcecada y presuntuosa no la replicó por desprecio, le hizo un signo al cielo y este se distanció amenazador, horriblemente sereno. "Aprende" murmuró el cielo al alejarse a inconmensurable distancia: "Aprende", que el castigo tarda lo que su preparación.

Las palabras de los grandes las deshace el viento. Iroko recogió esas palabras y meditó en silencio, en el silencio de una gran soledad que se hizo en ella al separarse el cielo de la tierra, porque Iroko (la Ceiba), hundía sus raíces en lo más profundo de la tierra y sus brazos se entraban hondo del cielo, vivía en la intimidad del cielo y la tierra.

El gran corazón de Iroko tembló de espanto al comprender hasta donde, gracias al acuerdo perfecto que reinaba entre estos hermanos, la existencia había sido tan venturosa, para todas las criaturas terrestres. El cielo cuidaba a regular las estaciones, con una solicitud tan paternal que el frío y el calor eran igualmente gratos y beneficiosos. Ni tormentas ni lluvias torrenciales destructoras, ni sequías asoladoras habían sembrado jamás la miseria y la desolación entre los hombres.

Se vivía alegremente, se moría sin dolor; males y quebrantos eran desconocidos. Ni los individuos que pertenecían a las especies más voraces hubiesen podido adivinar, antes de la discordia, qué era el hambre. La desgracia no era cosa de este mundo, como tampoco la rogación al cielo. Y aseguró la tiñosa ó porque nadie.